
El pasado 15 de abril, el Gran Priorato Templario de Chile llevó a cabo su tradicional cena del 14 de Nisán, en la primera luna llena después del equinoccio y coincidentemente el Viernes Santo del presente año 2022.
Los Hermanos y sus familiares han compartido un espacio de conversación fraterna y distendida, en el marco del ceremonial que incluye un menú específico y una serie de lecturas para explicar el rito y elevar las oraciones por el bien común de la Humanidad.
Nisán es nombrado en el Antiguo Testamento como «el primero de los meses del año», según el capítulo 12 del libro del Éxodo. Ahí se dan las especificaciones sobre la cena del catorceavo día, que consiste en preparar anticipadamente un cordero para comer con panes ázimos (sin levadura) y hierbas amargas.
«Esta cena, de alguna forma, considera el concepto de la familia eterna, la familia que se compone no solamente de nuestros miembros del círculo familiar, sino también de todos nuestros ancestros y todos los que han partido», declaró el Gran Prior Fr+ David Moreno da Costa.
«Cada vez que nosotros tenemos la posibilidad de celebrar el 14 de Nisán hay más personas que nos acompañan, y eso, por cierto, nos pone contentos», dijo en una de las intervenciones del rito.
La costumbre de llevar a cabo esta efeméride fue recogida por el GPTC en base a los registros hallados en la antigua Encomienda Templaria de Richerenches, Francia.
«Los Hermanos de las Encomiendas celebraban esta cena a imitación de lo que hizo Nuestro Señor Jesucristo previo a su Pascua, apartándose de la celebración tradicional católica del Jueves Santo. Jesús era judío y el 14 de Nisán es la celebración familiar que recuerda la salida de los judíos de Egipto», dice el ceremonial de la Orden.